viernes, 19 de marzo de 2010

¿Un nuevo modelo de País?

En los actuales momentos se discute un modelo de País propulsado por el oficialismo, qué todavía no terminamos de comprender. Todo gira en torno a la palabra "socialismo". Este termino parece ser el comodín que se presta para todo y las acciones que hemos visto tomar se hacen en su nombre.
Por lo que entendemos, se busca la propiedad comunitaria, es decir todo pasa a ser administrado por las comunas, las cuales consisten en asociaciones de vecinos qué toman decisiones y acciones sobre todo lo qué conlleve a alguna actividad, desde la más complejo hasta lo más trivial. Me viene a la mente el caso de un amigo qué tuvo que solicitar una constancia de residencia y acudió a una de estos concejos comunales a buscarla y se encontró con alguien muy amable que le dijo "llenala tú chico que yo te la firmo". Por lo que se deduce, las empresas privadas qué, en la actualidad, estén manejadas por gerentes formados en el área, pasarán a manos de esta nueva figura. La justificación para ello es que la ganancia obtenida por las empresas es grosera, ya que los bienes y servicios producidos deben venderse a precio de costo.
Analicemos el concepto anterior a la luz de la lógica más elemental. Cada día son mayores los retos tecnológicos que afrontamos, la competitividad es un fenómeno que no podemos eliminar, se impone el más productivo, es decir aquel que hace mejor las cosas a menor costo, y ello va irremediablemente asociado a nuevas inversiones. Imaginemos que los fabricantes de cámaras fotográficas no hubiesen invertido en la tecnología digital, los que se quedaron con el "rollito" desaparecieron del mercado.
La única forma de producir al costo es mantener los esquemas rudimentarios y así tendríamos a cada familia con su conuco sembrando la yuca y la papa que se come, criando las gallinitas que ponen los huevos para el consumo casero, quizás una vaca para producir la leche que se tomará el becerro, y esperar a que éste se sacie para darle uno que otro vaso a los pequeños de la casa.
Los productos ofrecidos en MERCAL y PDVAL no son vendidos al costo. Algunos son importados por Estado, quien paga a los productores originarios la ganancia que estos hayan establecido y asume la perdida asociada a una reducción de precio necesaria para hacerlos atractivos al consumidor; otros son nacionales, y el Estado aplica el mismo patrón qué para los importados. Este mecanismo es factible cuando el Estado dispone de recursos y los desea destinar a debilitar el aparato productivo privado. Las consecuencias a mediano plazo son la dependencia absoluta del Estado y el debilitamiento, y final desaparición del aparato productivo privado. Desaparece la competitividad y nos conformaremos con la escasez y baja calidad de los productos.
¿Un estado monoproductor que subsidia todo lo que consumimos?, da escalofrío pensar en ello, pero puede ser una realidad que esté a un paso de nosotros.

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